Los inicios organizativos de El Charcón

Paulina Domínguez, lideresa comunitaria, compartió en junio de 2016 los inicios de la comunidad El Charcón, su relación con CRIPDES y el vínculo con el hermanamiento de Binghamton. Se han editado algunas partes para mayor claridad.

 

La comunidad nació de familias que venían huyendo del conflicto armado que se dio en el año 1980, en los municipios de Ilobasco en Cabañas, y Chalatenango. Las familias enteras salieron huyendo, dejando todas sus pertenencias. Llegaron a la alcaldía del Puerto de La Libertad y, en ese entonces, el alcalde Julio Borja los recibía, les daba donde se quedaran esa noche y luego los llevaba a alguna zona verde. Es así como trajo a algunas familias a la zona verde de acá, y nació la comunidad conocida como El Charcón. Hoy en día hay 565 habitantes: niñas, niños, mujeres, hombres, personas de la tercera edad y jóvenes.

Las primeras familias que vinieron huyendo fueron Encarnación, Juana Sabrían, don Ferman y niña Julia, Don Feliz, Serafin, Balbina y su familia, Rufino, Maura, Paula Alfaro, Paula Arias, Don Chepe, Antonio Guardado. Hicieron sus champas de plástico, cartón y lámina y se creció más y más. No había nada de desarrollo. Era barrialoso, no había iglesia, no había (casa) comunal, no había cancha, no había casas dignas, no había calle, ni terreno para construir viviendas.

Empezaron (a venir) algunas instituciones no gubernamentales como CRIPDES, CORDES, ADEMUSA, DIGNAS. Es así como Gertrudis Mejía, conocida como Tula, Marillita, conocida como Pitufa, hacían reuniones con la comunidad. Y es así como nace la primera Junta Directiva comunal, ACE (Asociación Comunal para la Educación). Se capacitaron para tener más idea de lo que es la organización, cómo podíamos organizar la comunidad para que nuestros hijos gozaran de otro ambiente, que no sufrieran lo que ellos en ese momento estaban viviendo. Los primeros directivos fueron Don Daniel Torres, Don Tuno, Don Chepe, Don Feliz, Don Chicolindo, Niña Francisca, Encarnación Guardado con otro grupo de personas.

Como no había otras alternativas para que nuestros hijos pudieran leer y escribir, recogieron cumbos de lata y ahí los niños y niñas aprendieron a leer y a escribir. Los cumbos eran las mesitas y el suelo era las sillitas. Encarnación viendo que era necesario una escuela donde estudiaran los niños, junto con los miembros de la comunidad, empezaron a gestionar al ministerio de educación. El ministerio aceptó la petición y los japoneses construyeron la escuelita. Dos aulas no daban abasto con tanto niño. Encarnación pide a la iglesia y le construyen un aula más, con pared de tela metálica y aun no daba abasto. Se solicitó a CORDES y CORDES pide apoyo en otras instancias no gubernamentales. (Estas) aceptaron hacer las aulas del kínder, y es así como se construye la escuela.

 

 

Pero 4 años antes no había agua potable. Las familias consumían agua del rio de Comasagua. Tula que era la persona que venía a capacitar trajo a un extranjero a la comunidad que era Adam Flint. Conoció primero la comunidad, luego regresó a su país a hablar sobre la comunidad y en qué circunstancias estaba, regresa a la comunidad con más extranjeros y la conocen. Ellos también vuelven a su país y forman el comité de Hermanamiento y empiezan a hacer actividades para recoger fondos y envían el dinero a CRIPDES Nacional y luego a la comunidad. Así se construyó el proyecto del pozo para tener agua potable. El agua se distribuía en cantareras, ya dos logros más para la comunidad.

Ve la comunidad con la Junta Directiva que no habían casas dignas ni un terreno para construir y la comunidad crecía más. Gestionó la Junta Directiva a otras instituciones siempre apoyados con CRIPDES, a FUSAI compró el terreno, FONAVIPO construye las viviendas y se logró hacer 65 viviendas de bloque y duralita. Se ve que es necesario que los niños tengan uniforme diario para asistir a las clases. El hermanamiento un año antes había donado unas máquinas y telas para que las mujeres de la comunidad aprendieran a confeccionar y las mujeres tuvieran un ingreso en sus familias. Luego donaron tela para que las mujeres de la comunidad confeccionaran esos uniformes. Dos años después, dona uniformes deportivos, los niños hacían deporte y no tenían uniformes deportivos. También, ven que no tienen una iglesia, las celebraciones religiosas las hacían debajo de los árboles, a la orilla del río. El hermanamiento construyó la iglesia católica.

Luego la comunidad y Junta Directiva vieron que el agua potable ya no daba abasto para comunidad. Hubo que gestionar para ampliar el pozo y otro tanque. La electricidad tampoco daba abasto, se necesitaba otro transformador y se quería una calle mejor para transitar. Elaboramos los tres proyectos a la alcaldía que en ese tiempo estaba gobernada por el FMLN. Nos aprobaron los tres proyectos y se amplió, pero no teníamos tanque para almacenar el agua potable. Se solicitó a CORDES. A través de Ingenieros Sin Fronteras nos donaron este tanque. Pero la comunidad crecía más y más. Ya no daba abasto el pozo ni el tanque. No había letrinas y se iba al monte a hacer sus necesidades. Viendo estas necesidades urgentes de letrinas y agua potable para todos se decide gestionar a ACUA que estaba trabajando en proyectos de agua para las comunidades, pero nos pedían un montón de requisitos: Primero, estar organizados, tener los comités trabajando a la par de la Junta Directiva, comité de agua, comité de riesgo, comité de saneamiento ambiental, nos llamaban a todos los comités a veces hasta tres reuniones a la semana. Semanal reunían a todas las comunidades interesadas en un proyecto de agua para ver los avances que teníamos las comunidades, porque ese proyecto era una gran inversión que iban a hacer los cooperantes. La comunidad que tuviera mejor organización iba a ser la premiada.

Después de dos años de gestión, porque queríamos el proyecto de agua, lo logramos. La obtuvimos, favorecidos con las letrinas, los biofiltros y lo más deseado, el agua potable para cada familia con su chorro. Después entró el proyecto del puente, siempre con la ayuda de Ciudades Hermanas Binghamton-El Charcón, la iglesia San Francisco de Asís de Hill Crest, Nueva York y el club rotario del distrito 7170 de Nueva York, EE.UU.

 

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