Memoria histórica en la asamblea de Ciudades Hermanas 2018

Originalmente escrito por Jacey Anderson

(VIEW ENGLISH VERSION HERE)

 

“Recuerdo cuando huíamos de la guerra, nos agarrábamos del delantal de nuestra mamá y ella sostenía nuestros dedos para que no nos perdiéramos cuando caminábamos de noche”.

Bernardo Belloso al ver una foto del projecto fotográfico solidario “Fluye”

 

Era un húmedo domingo de octubre en Filadelfia y era el tercer día del encuentro nacional de la red de Ciudades Hermanas El Salvador – Estados Unidos. El fin de semana terminaba mientras las y los participantes se reunían alrededor de las doce fotos votadas como más inspiradoras y significativas durante la muestra que montaron los estudiantes del Laboratorio de Historia Pública de la Universidad del Estado de Montana, con la guía de la Dra. Molly Todd.

De 1980 a 1992, El Salvador peleó en una guerra de doce años. El conflicto fue entre la guerrilla y la dictadura militar apoyada por los Estados Unidos. Miles de familias fueron desplazadas y dejaron el país como refugiadas. Muchas vivieron en campos de Honduras durante el conflicto hasta que decidieron regresarse por su cuenta. “Ciudades Hermanas” se desarrolló como un movimiento de base durante la guerra. El movimiento social fue fundado por ciudadanas y ciudadanos estadounidenses y personas salvadoreñas en los Estados Unidos que querían apoyar al pueblo salvadoreño y ofrecer una alternativa de participación estadounidense. La organización acompañó al pueblo salvadoreño durante el conflicto, particularmente cuando los salvadoreños decidieron regresar a sus casas luego de los acuerdos de paz. Actualmente hay diecisiete comités activos en los Estados Unidos que están hermanizados con comunidades y organizaciones en El Salvador y una docena de miembros nacionales que no están conectados directamente con un comité pero están involucrados con la red a través de los grupos de trabajo (A) (B) y las delegaciones.

Las semanas antes del evento en Filadelfia, el equipo de estudiantes curó y preparó la exhibición. Esta contaba una historia tanto cronológica como temática de El Salvador, enfocándose en la repoblación desde el campo de refugiados de Mesa Grande en Honduras a Las Anonas, la comunidad que se hermanizaría (y aún lo está) con Filadelfia. Las fotografías fueron donadas por muchas personas, incluyendo fotógrafos profesionales y miembros fundadores de la red de Ciudades Hermanas. Para que la exhibición fuera interactiva, los estudiantes imprimieron y laminaron las fotos en varios tamaños que se pusieron en pizarrones cubiertos de yute. Los temas eran la violencia, huidas, la vida como refugiadas, retorno y solidaridad. Hubo once paneles en total. El equipo trabajó hasta horas de la noche para asegurar que cada panel fuera aprobado por el grupo en su totalidad, luego se desarmó y se empacó para llevarlo a Filadelfia a la mañana siguiente.

“¡Once minutos para el show!” gritó Joan Brooks, una de las fundadoras del comité de Filadelfia de Ciudades Hermanas. La dra. Todd, sus colaboradoras (Jacey Anderson y Rachel Dunlap) y cualquiera interesado en ayudar dieron los últimos toques a la muestra creada por el equipo, enderezando los caballetes, probando el volumen de los altavoces para tener música salvadoreña de fondo y poniendo lápices y post-its en las mesas. “¡Hora del show!”. Brooks se dirigió a la puerta para anotar a los visitantes. Al entrar al edificio, fueron guiados a través del pasillo con los paneles a ambos lados. Durante toda la noche, los visitantes pusieron notas con sus comentarios en las fotos y votaron por cuál consideraban la más impactante o inspiradora. La noche avanzaba y la asamblea apenas empezaba. Ciudades Hermanas invitó a Todd, Dunlap y Anderson a mostrar las fotos en la calle, afuera del recinto. Durante el fin de semana, se le dieron más notas o “votos” a las personas para que eligieran aquellas con las que más conectaban. Las discusiones durante la asamblea sobre la realidad actual de El Salvador (Desde sequías a privatización del agua, de violencia de pandillas a migración en masa) le dieron más peso a los votos realizados mientras el fin de semana continuaba.

 

El domingo, el último día de la asamblea, Todd, Dunlap y Anderson eligieron las doce fotos más votadas y las mostraron en paneles. Después de la última actividad programada para el fin de semana, Todd invitó a las y los asistentes a reunirse alrededor. “Mientras ven estas fotos, les invito a compartir una palabra o frase que describa ya sea una foto o todas las fotos”, dijo Todd, sosteniendo una grabadora para documentar las respuestas. Eventualmente, todos compartieron una palabra o pensamiento mientras procesaban estas fotos, su relación con la red de Ciudades Hermanas y la guerra, y los retos ambientales y sociales que enfrentan actualmente ambos países.

 

“Siempre amé esta foto porque es simplemente increíble cómo los niños hablan con los niños. Esto (la pancarta que sostienen en la foto) por supuesto que fue hecho por un adulto, y fue para saludar a una delegación en 1986. Dice “Los niños de Arcatao saludan a los niños de Madison”. Tener eso ahí, los niños ahí, y un grupo local celebrando en medio de incesantes bombardeos…es realmente conmovedor para mí”.

Bárbara Mergen Alvarado, del Comité de Madison.

 

 

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